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4 jul 2017

FOCO: Función de Ocuparnos en Conseguir el Objetivo

La semana pasada durante una capacitación, uno de los participantes me hizo una consulta que me llamó la atención. ¿Cómo sabemos qué debemos dejar de lado cuando estamos planificando o controlando ejecución de proyectos para atender lo más importante? Ante la pregunta, mi respuesta fue casi instintiva, ¿que hace que no puedas dedicarte a lo importante?; pregunté, y me respondió casi con resignación, “las urgencias …”

Efectivamente, en la administración pública, en temas de planificación y control de gestión, lo urgente se impone sobre lo importante, y muchas veces a costa de resolver los problemas de fondo por no manejar las prioridades.

Así que me propuse escribirles a los alumnos una serie de recomendaciones, que, aunque básicas, les resultaron de utilidad, las cuales comparto con ustedes.
Lo primero que debes hacer es enfocar.

Para ello, debes tener claro qué es el FOCO en planificación, administración de proyectos y control de gestión y por qué es importante.

El FOCO es la concentración de toda la energía y recursos “necesarios” (Coloco necesarios entre comillas para más adelante referirme específicamente a este tema) para lograr un resultado específico en un tiempo predeterminado. Es decir, no ocupar nuestro tiempo, en otra cosa que no sea resolver un asunto puntual, para lo cual disponemos de un tiempo que hemos definido para tal fin, durante el cual no podemos resolver ni atender ningún otro asunto.

Esto nos lleva a dos dilemas. Primero, tenemos la posibilidad de enfocar nuestro tiempo para un sólo fin, y segundo, con qué recursos disponemos para ese determinado resultado.

En este sentido, ambos dilemas se resuelven con una sola respuesta: si el resultado esperado es tan significativo como para tomar la decisión de abandonar todo lo otro que estamos haciendo y abocar todos nuestros recursos (económicos, humanos, de tiempo, infraestructura) para alcanzar ese objetivo que hemos definido previamente.

Si usamos esta definición de FOCO, podemos dimensionar los objetivos y recursos necesarios, 
haciendo un uso eficiente de los mismos y priorizando los resultados significativos.

Esto nos da criterios para comparar opciones y decidir/elegir alternativas, pudiendo de esa manera tomar decisiones más acertada en términos del resultado que queremos obtener, minimizando la pérdida de tiempo, energía y recursos en las acciones que no aportan valor al objetivo y resultado esperado.

Priorizando lo importante en ambientes donde abunda la urgencia.

Esta es una premisa fundamental para optimizar el uso de recursos y el logro de objetivos. En mis años de trabajo como consultor en la administración pública, casi siempre me encuentro con este marco, donde se tiene poco o ningún compromiso por estructurar el trabajo y se vive de urgencia en urgencia. Muchas veces el desencadenamiento de urgencias (no hablamos de urgencias ni emergencias en el sentido de catástrofes, sino de urgencia en la obtención de informaciones o productos por parte de las autoridades) es por la falta de tiempo para planificar, organizar el trabajo y consensuar con los “clientes” los plazos, objetivos, resultados y recursos a utilizar.

Esta es por demás una de las tareas más importante que debemos tener como funcionarios públicos del área de planificación y control de gestión, puesto que lleva a un mejor uso de los recursos disponibles y manejo de las prioridades conjuntamente con los destinatarios de dichas acciones.

Volviendo al uso de recursos y la concentración de esfuerzos, se entiende que puede que haya objetivos que no se pueden lograr individualmente, o en el momento que estamos trabajando. La delegación a colaboradores o pausas para recibir más información son naturales en los procesos de las organizaciones y gobiernos, y no por ellos deben ser consideradas como pérdida del foco, solo que debemos ser consciente de ello, y ante una brecha temporal, podemos abocar la atención a otro asunto que siga en nuestra lista de prioridades.

Esto puede parecer una contradicción con lo anterior, pero déjeme darle un ejemplo: El Director de planificación del Municipio está seleccionado los proyectos para ejecutar en el siguiente período de gobierno, para ello se concentra en el tema y solicita diferentes informaciones para tomar las decisiones. Mientras obtiene la información solicitada, ocupa su tiempo en revisar los presupuestos del siguiente año para tener la información del dinero disponible, y así con otras actividades. Así, dedica su tiempo a diversas actividades que tiene como objetivo el plan del siguiente año, por lo cual no ha perdido “su foco”.

La mayoría de las herramientas de administración de proyecto, dashboards, etc., no son para manejar urgencias, son para administrar prioridades. Generalmente pueden indicar urgencias y desvíos, pero no son lo ideal para el manejo de emergencias. En este sentido los sistemas ayudan a poner foco en lo más importante, las desviaciones, los vencimientos, la planificación, el contenido, etc. Cada pantalla está diseñada para que el usuario enfoque su atención sobre un tema, y lo lleve adelante, así el foco sea, “todo está normal y a tiempo”.

Cuando se genera un indicador, se genera un punto de foco, porque se convierte un cúmulo de información en un gráfico, un número, una imagen o un color. Al agregar esta abstracción al manejo de información se genera foco artificialmente. No hay que confundir foco con “aumento”. No se habla de ver más, o más detalle, se habla de foco para descartar información superflua o de menor importancia y concentrar la atención en determinada información clave para el proceso.


Para finalizar, les propuse que usaran un acrónimo para FOCO, que es el título de éste post, FOCO: Función de Ocuparnos en Conseguir el Objetivo. Para que recordaran que sólo a partir de tener un Objetivo, y ocuparse de lograrlo, pueden tener FOCO.