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14 dic 2016

Medir para Saber: El uso de indicadores en gobierno y su valor en usos de tecnología de información

Si hay algo que caracteriza la Sociedad de la Información y la era de las TIC es que la información realmente está disponible con sólo tipear algunas palabras clave en un sistema, o hacer un click.

Por: Gustavo Flamerich Pérez, MBA.

Las TIC nos han dado acceso a un cúmulo de información y de contenido, como se ha mencionado en capítulos anteriores, pero ¿qué pasa con los “indicadores”? A los efectos de este libro hablaremos de indicadores como números con un sentido, valores que “indican” un estado de las cosas, un comportamiento esperado, un camino y un sentido.
Cuando un gobierno quiere mejorar, quiere atender mejor a sus ciudadanos y ser más eficiente, debe medir. Cuando mide, la medición es estática, pero cuando decide aplicar políticas públicas que impacten sobre esas mediciones, el indicador nace y cobra sentido. Hay un sinnúmero de indicadores comúnmente utilizados por los gobiernos, entes multilaterales, organismos internacionales, ONGs, etc. para identificar una situación, caracterizar un momento de la sociedad o simplemente comparar dos poblaciones, regiones o países.
Las TIC han dado un nuevo sentido a la medición de indicadores porque nunca fue tan simple acceder a información que permita construir dichos indicadores. Lo que en el pasado pudo haber sido un dato en una carpeta del escritorio de un funcionario, hoy seguramente está en la red, hay un responsable de medir el dato y con suerte ese dato está actualizado.
Los indicadores sirven para determinar el estado de una situación, una vez determinado ese estado, se debe identificar donde está el valor ideal e identificar la brecha. En ciertos casos la brecha será imposible de subsanar, pero se pueden plantear pasos intermedios que acerquen el valor real a ese ideal. Lo importante es contar con un rumbo, un objetivo que sea medible y observable, que se pueda verificar objetivamente y permita el establecimiento de políticas públicas para impactar sobre ese indicador.
La transparencia como parte de la democracia digital, se compone de acceso a la información sobre ejecución de planes, objetivos y contrataciones, pero poco se habla de lo que los indicadores pueden mostrar del estado de la gestión. Una gestión transparente que fije indicadores de resultado y desempeño, y que haga seguimiento de los mismos y publique dichos resultados, logrará un nivel de transparencia que supere los estándares. Hay algunos ejemplos de indicadores en América Latina, gestión basada en resultados y publicación de indicadores, pero sin embargo aún son una minoría frente a los que no publican dicha información.
Los gobiernos deben hacer hincapié en la medición para plantear políticas públicas que impacten sobre los indicadores, de otra forma, es muy difícil comunicar a sus ciudadanos si se está cumpliendo o no con las expectativas. Un Gobierno que aplique una buena política de comunicación y cuente con indicadores favorables, puede tener grandes ventajas a la hora de convencer a sus electores una renovación de mandato.

Indicadores de Impacto y de Gestión

Los indicadores a los que nos referimos en este libro se pueden dividir en dos grandes grupos, indicadores de impacto o resultado e indicadores de gestión. Como sus nombres indican, el primero tiene por objetivo medir el resultado o impacto de la gestión, el segundo, la gestión misma. A continuación, se detallan brevemente cada uno de ellos.
Los indicadores de impacto o resultado son producto de la medición del sinnúmero de variables sobre las cuales impactan las políticas públicas. Claro está, cada gobierno seleccionará los indicadores que quiere medir en función de los objetivos que se plantee, completando de esa forma el círculo virtuoso “medición-planificación-ejecución-evaluación”. Es así que un indicador de impacto o resultado identifica la brecha a cubrir, el plan define los pasos a seguir para cubrirla, la ejecución pone en práctica la planificación y la evaluación mide si se logró el resultado, que es nuevamente un indicador con una brecha.
Para facilitar su trabajo, los indicadores generalmente se categorizan y clasifican por áreas y sectores, puesto que están asociados a variables que un sector particular puede impactar. Habrá entonces indicadores de salud, educación, económicos, de desarrollo, entre tantas posibles clasificaciones. Lo importante es definir cuáles son los indicadores que se medirán y fijar el rumbo para impactarlos.
Cuando se definen los indicadores o se hace el trabajo de definir los indicadores que más representan las necesidades insatisfechas de la comunidad; generalmente se encuentra que los indicadores de impacto son conocidos por los planificadores de la gestión, pero no siempre son utilizados como elementos objetivos de medición de los resultados de la aplicación de las políticas. El reto de los responsables de la gestión es definir objetivos que impacten sobre los indicadores y así mostrar resultados concretos mediante el seguimiento de su variación a través del tiempo, permitiendo evaluar mejoras/desmejoras, proyectar y predecir comportamientos.
Los indicadores de gestión son el resultado de medir la ejecución de planes, programas y proyectos por parte de las diferentes dependencias. La medición de cómo se está desempeñando el gobierno o un área en particular, es de gran importancia para mejorar la calidad de la gestión pública.
Los indicadores de gestión tienen como objetivo ayudar al funcionario/responsable en la verificación de la ejecución, brindando información de cómo se viene desempeñando la misma.
Los indicadores de gestión ayudan mediante información resumen a detectar desvíos, retrasos e incumplimientos, pudiendo así aplicar correctivos y/o reprogramar actividades, etc.
Si vemos los indicadores antes mencionados, podemos llegar a que los indicadores de impacto son el qué se quiere obtener y los de gestión el cómo se están obteniendo. La combinación de ambos, impacto y gestión le puede dar al responsable de la gestión una información vital a la hora de evaluar la gestión, donde el “qué” y “cómo” viene dados por los indicadores. Ahora bien, monitorear sistemáticamente la actividad del gobierno no es (o por lo menos, no ha sido hasta ahora) una necesidad de los gobernantes. Pero ciertamente lo es para aquellos que quieren mejorar la ejecución de la política pública, lograr mejores resultados con menos recursos, resolver a tiempo las necesidades de la población, etc. Como se indicó anteriormente, nunca antes se tuvo tan fácilmente la posibilidad de obtener información de los sistemas, comunicar diferentes aplicaciones, bases de datos, etc. La tecnología de Información ha alcanzado un grado de madurez que permite a un gobierno que quiera mejorar la calidad de la administración herramientas para planificar y predecir el impacto de la políticas públicas, monitorear la ejecución y medir la calidad de la ejecución y medir los resultados de la aplicación de las políticas en la población, llevando un seguimiento de toda esa información en sistemas informáticos que permitan a los responsables del gobierno información valiosa para la toma de decisiones en el quehacer de la gestión. En consecuencia, es una decisión política y no técnica, la adquisición y uso de sistemas de Control de Gestión en el gobierno. En el capítulo siguiente procederemos a describir algunos de los más usados en la actualidad por gobiernos en la región.