Pages

15 mar 2016

¿Ya llegamos? Cinco criterios para medir el éxito avances en los ODS.


En diciembre de 2015, el grupo de expertos sobre indicadores para el desarrollo sostenible (IAEG-ODS) presentó su informe a la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas (CSNU). De los 231 indicadores propuestos para los objetivos de desarrollo del milenio (SDG), 151 están bien establecidos y muchos organismos estadísticos ya brindan informes sobre ellos. Los otros 80 indicadores requieren más investigaciones y discusiones en profundidad.

Uno de los mayores desafíos a la hora de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es determinar dónde nos encontramos en el camino hacia el cumplimiento de ellos. Para medir el progreso, se requiere un punto de partida, un estado inicial, así como algunos medios para medir hasta dónde hemos llegado y cuánto tiempo se tardará en llegar a la meta.

Necesitamos indicadores a lo largo de todo el ciclo de las políticas SDG. Los indicadores son clave en informes y evaluaciones del progreso en materia de desarrollo sostenible, si queremos datos que nos sirvan para una rendición de cuentas a nivel local, nacional y mundial para los compromisos de los ODS requieren.  Además, estos indicadores deben presentarse de una manera en que los funcionarios y los ciudadanos en general puedan comprenderlos si queremos alinear los resultados en formas útil e informativa.

En pocas palabras, tenemos que poder contar las mismas cosas, de la misma manera, para medir con precisión nuestro progreso.

En cuanto a este gran conjunto de diversos indicadores se plantea una pregunta crucial: ¿Qué principios y criterios compartimos en común, en los cuales podemos construir un consenso sobre lo que es necesario medir y cómo?

En primer lugar, los indicadores tienen que ser manejables, capaz de ser monitoreados y reportados en forma regular. Incluso en los países más ricos con la capacidad institucional más significativa, la obtención de datos y la elaboración de informes sobre muchos indicadores puede ser técnicamente difícil y costosa. 150 indicadores son demasiados. Debemos comenzar con un conjunto básico de indicadores indispensables.

En segundo lugar, los indicadores deben ser relevantes para las prioridades de desarrollo sostenible en su contexto particular. La relevancia debe ser acordada por los gobiernos, los organismos de estadística y las partes interesadas que participan en la implementación de un las políticas de desarrollo específicas y sus objetivos. Se han realizado importantes avances en el ámbito de la ONU, pero será difícil de reproducir por los desafíos que presentan las instituciones estadísticas locales de cada país.

Tercero, los indicadores deben controlar los cambios reales en el tiempo. Deben ser indicadores de "estado", que miden la evolución de los recursos.

En cuarto lugar, cuando los indicadores del estado de desarrollo de los ODM no están disponibles, debemos ser capaces de utilizar servidores proxy para medir las actividades de gestión, tales como el uso de prácticas sostenibles; políticas para regular la gestión de los recursos; la asignación de los recursos financieros; y las estrategias para la reducción del riesgo. Estos tipos de indicadores también pueden ayudar a fomentar acciones específicas apuntando directamente a lo que aún queda por hacer.

En quinto lugar, y por último, los indicadores deben cubrir todas las dimensiones clave de un amplio marco de desarrollo sostenible. Los ODS reconocen la importancia de la gobernabilidad y la cultura, y no simplemente las condiciones socioeconómicas y ambientales. Por ejemplo, en la actualidad no existen indicadores de estado para el objetivo de desarrollo número 10 ("Reducir la desigualdad dentro y entre los países"), ni el 12 ( "Garantizar los patrones de consumo y producción sostenibles") y el 13 (“Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus impactos"). Para la evaluación del progreso en estas áreas será necesario alcanzar un consenso en torno a los indicadores cualitativos que son aplicables en diferentes contextos culturales.

Dada la pequeña ventana de tiempo que tenemos para lograr los ODS, es imperativo que se haga un esfuerzo concertado para ponerse de acuerdo sobre todos los indicadores necesarios para medir nuestro progreso a nivel local, nacional y mundial.

Cuando la respuesta a esa pregunta persistente "¿ya llegamos?" es "no", debemos ser capaces de dar una respuesta, además, que le permita a nuestra audiencia saber cuánto tiempo tardará y a qué velocidad y dirección estamos viajando actualmente.

Fuentes: